miércoles, 22 de septiembre de 2010

RESUMEN

MÉXICO INDEPENDIENTE

Al concluir la guerra se forma un Congreso, el cual bajo presión, nombró emperador de México a Iturbide.

El Imperio de Iturbide inició el 21 de junio de 1822. Antonio López de Santa Anna proclamó el Plan de Casamata el 6 de diciembre de 1822, pidiendo la renuncia de Iturbide y la reinstalación del Congreso. Iturbide tuvo que renunciar y abandonó cl país el 22 de marzo de 1823.

El Congreso Nacional promulgó la Constitución en 1824, estableciendo el nombre oficial de nuestro país como Estados Unidos Mexicanos y adoptando un sistema de república federal como sistema de gobierno.

Un antiguo insurgente, Guadalupe Victoria ganó en las primeras elecciones de nuestro país, siendo el primer presidente de México de 1824 a 1829.

LA ÉPOCA DE SANTA ANNA

De 1833 a 1855, Santa Anna tuvo una intensa actividad política; tanto los liberales como los conser-vadores lo buscaron muchas veces para que se hiciera cargo de la presidencia.

En su primer período presidencial, Santa Anna le dejó el poder a Valentín Gómez Farías; él junto con José Ma. Luis Mora establecen la Primera Reforma Libe-ral, quitándole algunos fueros al clero y al ejército.

Uno de los primeros conflictos durante ésta época ocurrió en 1835 cuando Texas se declaró inde-pendiente.

Los conservadores, al tomar el poder, promul-garon una nueva Constitución, llamada Las Siete Leyes en 1837; en ésta se establecía como sistema de gobierno el Centralismo.

Surgió otro problema, Francia reclamó el pago de daños ocasionados a ciudadanos franceses durante las frecuentes revueltas; en especial los hechos en contra de pastelero. México hizo caso omiso a las reclamaciones, hasta que Francia envió una flota y cañoneo Veracruz en 1838. Finalmente, nuestro país tuvo que pagar una cantidad injusta y exagerada. A este episodio se le ha nombrado como La Guerra de los Pasteles.

En 1845 Texas decide anexionarse a los Estados Unidos, esto suscita alegatos con respecto a la frontera. México decide defender lo que él considera su territorio y ello es tomado como un acto de guerra. Los Estados Unidos deciden invadir nuestro país, ocurriendo algunas batallas importantes como la de La Angostura, Molino del Rey, Churubusco y Chapultepec.

Los Tratados de Guadalupe - Hidalgo firmados el 2 de febrero de 1848 dieron por terminada la guerra contra los Estados Unidos. México perdía los territorios de la Alta California y Nuevo México.

La última época en que gobernó Santa Anna fue de 1853 a 1855, siendo la peor de todas; ya que convirtió en un dictador, haciéndose llamar Alteza Serenísima.

El cacique guerrerense y antiguo insurgente, Juan Alvarez se levantó en armas en contra de Santa Anna y proclamó el Plan de Ayutla, donde exigía la renuncia del dictador y la creación de un nuevo Congreso. En 1855 López de Santa Anna renunció y abandonó el país.

Con la Revolución de Ayutla llegó a presidente Juan Alvarez y después Ignacio Comonfort. Durante el gobierno de éste último, sus colaboradores Benito Juárez, José Ma. Iglesias y Miguel Lerdo de Tejada elaboraron tres leyes de carácter liberal, siendo éstas:

1) Ley Juárez (1855): suprime los privilegios del clero.

2) Ley Lerdo (1856): establece la venta de las propiedades de la Iglesia (Ley de Manos Muertas)

3) Ley Iglesias (1857): regula el cobro de derechos parroquiales.

El gobierno de Comonfort apoyó la creación de una nueva Constitución, misma que fue promulgada el 5 de febrero de 1857. Ésta declaraba la libertad de enseñanza, de imprenta, de industria, de comercio, de trabajo y de asociación.

Los conservadores, dirigidos por Félix María Zuloaga, se rebelaron contra la Constitución. Comonfort intentó negociar con los sublevados, fracasó y final-mente dejó la presidencia y abandonó el país.

LAS LEYES DE REFORMA

Al faltar el Presidente de la República, de a cuerdo con la Constitución lo sustituyó el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, que en ese entonces era Benito Juárez; pero los conservadores, por su cuenta, nombraron presidente a Zuloaga y se apoderaron de la capital. Así que hubo dos presidentes y estalló la Guerra de Tres Años o de Reforma (1858-1861), entre liberales y conservadores.

Al principio las victorias fueron de los conser-vadores. Juárez tuvo que trasladar su gobierno a Guanajuato, a Guadalajara y después a Veracruz, donde promulgó las Leyes de Reforma. Éstas últimas compren-den las siguientes: Nacionalización de Bienes Eclesiás-ticos (1859), Matrimonio Civil (1859), Registro Civil (1859), Secularización de Cementerios (1859), Libertad de Cultos (1860) y Extinción de las Comunidades Religiosas (1863).

En 1861, después de que Jesús González Ortega derrotó en Calpulalpan al ejército conservador de Miguel Miramón, el presidente Juárez retornó victorioso a la Ciudad de México.

LA INTERVENCIÓN Y EL SEGUNDO IMPERIO

Los problemas económicos eran tan grandes que en 1862, Juárez se vio obligado a decretar que durante dos años México dejaría de pagar la deudas que tenía con España, Francia e Inglaterra.

Para exigir el pago, dichas naciones enviaron sus flotas de guerra a ocupar el puerto de Veracruz.

El gobierno de Juárez permitió que los soldados extranjeros se instalaran en Córdoba, Orizaba y Tehuacan (Tratados de La Soledad), mientras se discutía el problema con el compromiso de retirarse en cuanto se llegara a un acuerdo.

Cuando los ingleses y los españoles vieron que Juárez garantizaba que Mexico pagaría, se retiraron.

Los franceses no cumplieron con lo pactado. El Emperador Napoleón III quería formar una zona dominada por Francia que se extendiera por Europa, Asia y América, deteniendo el crecimiento de los Estados Unidos.

El 5 de mayo de 1862 el general francés Conde de Lorencez atacó la ciudad de Puebla, que defendía el general Ignacio Zaragoza. La ciudad estaba protegida por los fuertes de Loreto y Guadalupe. Los franceses atacaron con fuerza, pero tres veces los mexicanos resistieron la carga y finalmente triunfaron.

En marzo de 1863, el ejército francés, más numeroso y mejor equipado que el mexicano, volvió a atacar Puebla, ahora defendida por Jesús González Ortega, pues Zaragoza había muerto. La ciudad resistió heroicamente más de dos meses, hasta que las municio-nes se acabaron.

En junio tomaron la Ciudad de México, mientras el presidente Juárez se retiraba, con el gobierno legítimo a San Luis Potosí.

EL IMPERIO DE MAXIMILIANO

(1862-1867)

Juárez luchó por la soberanía nacional y desde donde se encontrara, iba dirigiendo los movimientos de los ejércitos nacionales, que comandaban Mariano Escobedo, Ramón Corona y Porfirio Díaz.

El emperador francés Napoleón III quería formar una zona de dominio en América. Los conservadores mexicanos lograron interesarlo en que impusiera como gobernante de México a un príncipe europeo. El archiduque Fernando Maximiliano de Habsburgo, fue elegido. Llegó a México en 1864, con su esposa la princesa Carlota Amalia.

Presionado por los Estados Unidos, Napoleón III retiró de México sus tropas, para los liberales fue entonces más fácil derrotar a Maximiliano. Porfirio Díaz tomó Puebla. Ramón Corona y Mariano Escobedo sitiaron en Querétaro al emperador, que se rindió.

En junio de 1867 fue fusilado Maximiliano junto con sus generales mexicanos Tomás Mejía y Miguel Miramón.

LA REPÚBLICA RESTAURADA

El 15 de julio de 1867 entró Juárez a la ciudad de México, con su victoria se afianzaba la República. A los diez años siguientes se les llama la República Restaurada.

Juárez fue presidente de México desde 1858 hasta su muerte, en 1872. El año anterior había sido reelecto, y el general Porfirio Díaz se levantó en armas para protestar (Plan de La Noria), pero fue derrotado. Unos meses después, al morir Juárez, de acuerdo con las leyes asumió la presidencia Sebastián Lerdo de Tejada. Cuatro años más tarde, Lerdo de Tejada buscó reelegirse y Díaz volvió a rebelarse (Plan de Tuxtepec), esta vez tuvo éxito y tomó el poder en 1876.

EL PORFIRIATO

Porfirio Díaz duró en el poder de 1876 a 1911, con dos interrupciones, una entre 1876 y 1977, y otra entre 1880 y 1884 cuando gobernó Manuel González.

El pueblo estaba cansado y Díaz se propuso imponer la paz a cualquier costo, principalmente atrayendo capital extranjero. Con mano dura, Porfirio Díaz trato de eliminar la diferencias de opiniones sobre asuntos de política, y se dedicó a mejorar el funcio-namiento del gobierno. “Poca política y mucha admi-nistración” era el lema de ese tiempo.

En los últimos años del Porfiriato se vivía en un clima de represión, ejemplo de ello fueron las huelgas de Cananea (1906) en Sonora, y de Río Blanco (1907) en Veracruz.

Durante el gobierno de Díaz se realizaron muchas obras importan es: se abrieron nuevos puertos, se tendieron 20 000Km de vías férreas, se permitió el progreso de la agricultura, el comercio, la minería, la industria textil, vidriera y tabacalera.

Enormes extensiones de tierra deshabitadas fueron compradas por pocos mexicanos y extranjeros. Así se agudizó la tendencia a acumular terrenos en manos de unos pocos propietarios, es decir, a la formación de latifundios. Los indígenas perdieron muchas tierras, y la mayor parte de los habitantes del campo tuvieron que emplearse como peones de las haciendas (peonaje).

En 1908, Porfirio Díaz concedió una entrevista al periodista norteamericano James Creelman, en la cual afirmó que México ya estaba preparado para tener elecciones libres. Muy rápidamente se empezaron a formar partidos de oposición, para participar en las elecciones de 1910.

Francisco I. Madero fundo el Partido Antirreelec-cionista, del que fue candidato. Durante su campaña despertó grandes esperanzas de cambio. Antes de las elecciones Madero fue detenido y encarcelado en San Luis Potosí.

Al salir de prisión, Madero se traslado a Estados Unidos donde proclamo el Plan de San Luis. Entre los puntos más importantes de tal documento destacan: declarar ilegales las elecciones, desconocer a Díaz como presidente, nombrar presidente interino a Madero y un llamamiento al pueblo a levantarse en armas el 20 de noviembre de 1910.

El 18 de noviembre en Puebla se levantaron en armas los hermanos Serdán; en Chihuahua, Pascual Orozco y Francisco Villa; y en Morelos Emiliano Zapata. En sólo seis meses las fuerzas maderistas triunfaron, siendo la acción definitiva la toma de Ciudad Juárez. En mayo de 1911 se firmó la paz y Díaz salió del país.

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